Detalles: En los anales de la historia del rock alternativo del siglo XXI, pocos artistas han proyectado una sombra más larga y peculiar que la de Valo. Después de todo, su banda, HIM, se encontraba fácilmente entre los grupos más icónicos e idiosincrásicos del milenio. Venerados con fervor, vilipendiados con alegría, pero imposibles de ignorar, su música dejó una huella imborrable en una legión mundial de fans. Las letras escarlatas representaban a Su Majestad Infernal. Su fundador representaba algo deliciosamente fuera de sintonía con el statu quo. Inspirado por todos, desde Poe hasta Bukowski, y teñido por una inclinación por la melancolía sabática perfumada, el hijo predilecto de Valo produciría ocho lanzamientos de estudio que definieron una era y más de diez millones de discos vendidos, sin mencionar una nominación al GRAMMY, innumerables portadas de revistas, elogios de la crítica y la veneración de una generación. Por lo tanto, no fue de extrañar que la noticia de una gira de despedida en 2017 fuera recibida con conmoción e incredulidad entre los devotos, y generó interminables especulaciones sobre qué o quién tomaría el relevo. Resulta que ese es el surgimiento del proyecto en solitario de Ville Valo.