Detalles: The Wind es como una radiografía con una sombra oscura que no debería estar ahí y que no se puede ignorar. Grabado después de que a Zevon le diagnosticaran en 2002 un cáncer de pulmón inoperable, suena como la obra de un hombre que sigue luchando, pero que también está empezando a superar sus dificultades. Aunque Zevon es más conocido por su ingenio punzante, siempre ha sido un poco blando. No sorprende, entonces, que The Wind se base en baladas sin ironía como "She's Too Good for Me", "El Amor de mi Vida" y "Please Stay". Pero también hay una dosis de blues desafiante ("Rub Me Raw") y mucha guitarra slide sucia, cortesía de Ry Cooder y David Lindley. (Otros invitados incluyen a Bruce Springsteen, Don Henley, Tom Petty, Jackson Browne y Dwight Yoakam). Si bien las letras carecen, en general, de la precisión literaria de las mejores obras de Zevon, las canciones cobran mayor peso dadas las circunstancias en las que fueron grabadas. Escuchado en 1983, un himno festivo como "The Rest of the Night" habría sonado como otro argumento absurdo a favor del hedonismo, y "Numb as a Statue" podría haber resultado la broma autolesionante de un alcohólico incapaz de gestionar sus emociones directamente. Sin embargo, en The Wind, estas canciones son genuinamente conmovedoras, obra de un hombre atontado por la medicación, pero que aún no está dispuesto a rendirse al sueño eterno. Una versión de "Knockin' on Heaven's Door" de Dylan es el comentario más directo del álbum sobre la frágil salud de Zevon, pero la canción más conmovedora es la balada acústica que cierra el álbum, "Keep Me in Your Heart", grabada por Zevon en casa tras finalizar el trabajo de estudio repleto de estrellas. Está claro que Zevon sobrevivió a una fiesta de despedida increíble anoche, pero ahora es de mañana otra vez y no hay forma de saber qué nos puede deparar el resto del día. -Keith Moerer