Detalles: No llamen poeta a Willi Carlisle, es un cantante folk para el pueblo. Al igual que su héroe Utah Phillips, el extraordinario don de Carlisle para crear una frase no se trata de pontificar altisonantemente; se trata de cuidarnos unos a otros y conectar a través de nuestra condición humana compartida. En su esperado segundo álbum, la obra maestra "Peculiar, Missouri", Carlisle argumenta a lo largo de doce temas épicos que el amor realmente puede conquistarlo todo. Nacido y criado en las llanuras del Medio Oeste, Carlisle es un producto de la transición del punk a la música folk que durante mucho tiempo ha alimentado a jóvenes frustrados que buscan resistir. Después de enamorarse de las ricas baladas y melodías de los Ozarks, donde ahora vive, comenzó a examinar todo el espectro de la historia musical estadounidense. Esta insaciable diversidad estilística es evidente en "Peculiar, Missouri", que fue producido por el ingeniero ganador del Grammy y músico cajún Joel Savoy en la Luisiana rural. Las canciones abarcan desde sardónicos temas incendiarios de honky-tonk como "Vanlife" hasta el desgarrador vals queer "Life on the Fence". El álbum también infunde conciencia de clase en canciones como "Este Mundo", una balada vaquera fronteriza sobre los derechos del agua, y el blues existencial del tema principal, que narra un ataque de pánico surrealista en el pasillo cinco de Walmart. Aunque las poéticas palabras de Carlisle evocan la mística narrativa estadounidense de Whitman, Sandburg y Cummings, en definitiva, se trata de auténtica música folk populista. Carlisle reconoce que lo único que nos impide alcanzar la grandeza somos nosotros mismos. Con "Peculiar, Missouri", nos acerca un paso más a la superación de nuestras divisiones.